De todo, pero con moderación. Sabroso, pero no grasoso. Básicamente, de eso se trata
Para bajar de peso, la clave no es dejar de comer, sino aprender a hacerlo. Saber cómo reemplazar algunos insumos por otros más saludables y cómo preparar algunos platos de manera que resulten “más ligeros”, son factores que también ayudan.
¿Está interesado? Aquí algunas formas de disminuir las calorías que consumimos a diario, cortesía de “Shape”.
TRUEQUE SALUDABLE
Es mejor cocer los vegetales al vapor que saltearlos, ya que algunos tienden a absorber gran parte de la grasa que se agrega a la sartén. Una idea para sazonarlos: unas pocas cucharaditas de aceite de oliva, un chorro de jugo delimón y sal.
Si le provoca comer un sánguche, intente cambiando el hot dog, atún o carne, por pavo, y evite la mayonesa y las papas fritas. Por otro lado, si no quiere renunciar a la pasta, acompáñela con vegetales y una salsa marinara, en vez de una de carne o bechamel.
Y no hay por qué privarnos del postre, solo hay que dejar de comernos toda la torta y aprender a conformarnos con unos cuántos bocados.
NO TAN CONSISTENTE
Aligerar, esa es la consigna. Por ejemplo, en vez de tomar el jugo “entero”, lo pueden disolver en agua mineral con gas. Algo similar se puede lograr con el puré de papas: en lugar de utilizar mantequilla, usar caldo de pollo (media taza por 1,35 kilos de papas).
Cuando quiera comer canchita, prepárela usted mismo: así podrá controlar la cantidad de sal –mientras menos utilice, mejor- y se librará de los aderezos de mantequilla que vienen con los sobres de pop corn para el microondas.
Finalmente, si no puede hacer nada para controlar su apetito, intente dándole la espalda a la comida. “Un estudio demostró que las personas que hacen esto en promedio consumen cientos de calorías menos que aquellos que se sientan cerca de las mesas de los buffets”.
martes, 18 de enero de 2011
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